Poema de Juanjo Zendrera Ramos
SI DIOS FUERA UN CUERPO
Si Dios
fuera un cuerpo
Lo verde de la montaña serían sus barbas
Si Dios
fuera un cuerpo
Los ríos que
surcan la tierra serían sus venas, el ombligo un valle y su espalda un
desierto.
Los nudillos
montañas serían, las mejillas fruta madura, la mirada un mar en calma.
Cada dedo
suyo tronco de árbol sería.
Su piel
sería mi prado y la rosa su suave tacto.
Su boca un
templo, los labios, la puerta y la lengua la letanía.
Las nubes
caprichosas muecas.
La lluvia su
llanto y el eclipse un guiño.
La nieve su
blanco manto, la oración su sortilegio.
El rayo su
fuerza, el frio su quebranto.
El giro de
la tierra, su movimiento sería la abundancia, su deseo, la semilla, sus
proyectos,
los colores sentimientos y el presente su
elemento.
El viento su
respiración y el magna de la tierra su digestión.
El Cosmos
sus entrañas fueran
La luna su
color pálido
La belleza
del cielo su alma.
Si Dios
fuera un cuerpo yo gustoso fuera una célula suya para hermanarme contigo,
fundirnos todos, entender la vida, pero si Dios fuera idea, yo feliz la
compartiría, a prender a ver nuestros cuerpos desde su divina lejanía, sin
forma, sin nombre, sin morir, ni nacer, existir compartiendo el ser, ese ser
que se amplia, que crece, se mueve, palpita, pero nunca deja de crecer.
Si Dios
fuera un cuerpo, cada latido de mi corazón, un paso suyo sería.
Toda palabra
suya, en mi mente habitaría,
Sus sonidos
campanarios, sus pensamientos historia.
Sus parpados
cerrados una noche larga.
Si Dios
fuera cuerpo, ni meta, ni punto de partida habría,
por mucho que corriera jamás antes amanecería.
Si tú fueras
cuerpo yo con tu cuerpo te entendería,
pero tú no eres cuerpo sino totalidad
encendida.
Ayúdame pues
a entender tu mí totalidad,
Dormida, el sonido pertinaz, oscuro y tozudo
que me tiene frío y sólo, ausente y aburrido,
Déjame
cabalgar a lomos de tu sonido, para por fin olvidar el viejo sonido mío.
Awtar Shing