jueves, 7 de marzo de 2019


Poema de Juanjo Zendrera Ramos


SI DIOS FUERA UN CUERPO


Si Dios fuera un cuerpo
 Lo verde de la montaña serían sus barbas
Si Dios fuera un cuerpo
Los ríos que surcan la tierra serían sus venas, el ombligo un valle y su espalda un desierto.
Los nudillos montañas serían, las mejillas fruta madura, la mirada un mar en calma.
Cada dedo suyo tronco de árbol sería.
Su piel sería mi prado y la rosa su suave tacto.
Su boca un templo, los labios, la puerta y la lengua la letanía.
Las nubes caprichosas muecas.
La lluvia su llanto y el eclipse un guiño.
La nieve su blanco manto, la oración su sortilegio.
El rayo su fuerza, el frio su quebranto.
El giro de la tierra, su movimiento sería la abundancia, su deseo, la semilla, sus proyectos,
 los colores sentimientos y el presente su elemento.
El viento su respiración y el magna de la tierra su digestión.
El Cosmos sus entrañas fueran
La luna su color pálido
La belleza del cielo su alma.
Si Dios fuera un cuerpo yo gustoso fuera una célula suya para hermanarme contigo, fundirnos todos, entender la vida, pero si Dios fuera idea, yo feliz la compartiría, a prender a ver nuestros cuerpos desde su divina lejanía, sin forma, sin nombre, sin morir, ni nacer, existir compartiendo el ser, ese ser que se amplia, que crece, se mueve, palpita, pero nunca deja de crecer.
Si Dios fuera un cuerpo, cada latido de mi corazón, un paso suyo sería.
Toda palabra suya, en mi mente habitaría,
Sus sonidos campanarios, sus pensamientos historia.
Sus parpados cerrados una noche larga.
Si Dios fuera cuerpo, ni meta, ni punto de partida habría,
 por mucho que corriera jamás antes amanecería.
Si tú fueras cuerpo yo con tu cuerpo te entendería,
 pero tú no eres cuerpo sino totalidad encendida.
Ayúdame pues a entender tu mí totalidad,
 Dormida, el sonido pertinaz, oscuro y tozudo que me tiene frío y sólo, ausente y aburrido,
Déjame cabalgar a lomos de tu sonido, para por fin olvidar el viejo sonido mío.

Awtar Shing