martes, 17 de febrero de 2009

LA GOTA QUE VIAJO POR EL DESIERTO

Este cuento se lo dedico a Jean que me sirvió de inspiración.

CUENTO
Gota era pequeño e inquieto, su esencia era grande y pura, pero el todavía no lo sabía pues se sentía pe

queño e insignificante. Nació en un pueblo de Bretaña, se formo en una sacudida de mar contra una ola y por allí cerca había una linda casita que había pertenecido a unos pescadores que emigraron a España, el ocupó la casa y decoro el jardín plantando bonitas flores, cada día se acercaba a las rocas a contemplar el infinito mar azul con sus colores según el cielo y cuando contemplaba semejante vista se sentía pequeño, pero tanto le gustaba que se compro un barco para salir a navegar. Era tal su inquitud que enseguida sintió curiosidad de conocer otros sitios y un día cogió su bonito barco, lo cargo con algunos enseres y dio rienda a su viaje, llegó asta Inglaterra y conoció otras costas y otros lugares que le parecían preciosos, pero como era inquieto después de unos días de estar en un sitio y otro volvía a coger su barco y de vuelta a navegar, conocio el sur de Francia, Italia, bajo hasta España y allí conoció a una mujer que le robo el corazón e incluso llegó a formar una familia y tuvo dos preciosas gotas a las que adoraba, pensando en ellos decidió abandonar el mar e instalarse en tierra firme, conservó su barco anclado en un puerto de un cercano pueblo de la costa y busco un trabajo serio y bien remunerado, se sentía feliz viendo crecer a sus dos gotitas y así pasaron muchos años pero el vuelvo a repetir valga la redundancia era inquieto. Todo lo que había construido le sentía satisfecho, pero empezó a notar que no era suficiente para su familia y esto desencadenó una insatisfacción personal y una nueva inquietud por volar...a ser posible en su barco.

Un buen día se levantó temprano y se acercó a sus dos bellas gotitas y cariñosamente mientras dormían, les beso en la frente y dejó una nota de despedida a su bella mujer...Con la puerta todavía en la mano miró hacía atrás y con el dolor en su corazón se fue a fundar nuevas tierras. Caminando se encontró con un sabio que a pesar de su aspecto humilde este le explicó que era hijo de un rey, pero que había dejado a sus padres para encontrar su lugar en el mundo y que ya lo había encontrado que realmente estaba más cerca de lo que el creía...incluso más cerca del largo de sus brazos, gota se lo miraba perplejo y a pesar de no entender mucho, le resultaba agradable escucharle; el sabio le hablo de países muy lejanos que había conocido durante su búsqueda y le hablo de un lugar llamado desierto que en cientos de kilómetros a la redonda por más que ibas de un lado a otro no se divisaba jamás el mar, a gota eso le pareció increíble, él que había viajado tanto pero allá donde iba, había visto agua, en las montañas más altas, en las ciudades, hasta abriendo una cosa llamada grifo el agua rebosaba, y la lluvia estaba incluso en periodos de estación muy presente en cualquiera de los lugares que había conocido, no encontró jamás ningún rincón de la tierra donde no hallar un río, una charca, un pozo, un canal...o el mismo mar abierto, así que se intereso por el desierto y pregunto su dirección, el sabio desplegó un mapa y le mostró como llegar.

Gota reunió lo necesario para emprender el camino y se puso en marcha, cuando llegó al desierto la primera mirada le pareció fascinante pero después de unos días paso por su mente todos los recuerdos de sus seres queridos, el anhelo, la culpabilidad, el hambre, la soledad y la tristeza, e infinitos sentimientos. Un buen día sin saber que dirección tomar pues ya se sentía totalmente desorientado, se paro a descansar y durmió durante unas horas...al abrir los ojos, le llamó la atención el dibujo de unas huellas claras de un humano sobre la arena, miro hacia un lado y hacia el otro y cuando se dió cuenta tenía una voz que le hablaba en su espalda, se giro con sorpresa y vio un humano de aspecto alto, de rasgos duros y piel quemada por el sol que le decía...-"Hace tiempo olvidé quien soy y todavía sigo buscando, no puedo ser yo mismo si no recupero ese recuerdo de Mi y Despertar...también estoy muerto de sed...por cierto tu eres una gota, y yo llevo días sin beber",- así que sin pensarlo junto sus labios y adsorbió la gota en un plis,- y este al tragar, sintió la Vida en su interior.

Lo importante que puede ser una gota en un desierto...

Y el que se creía tan insignificante...

ReyesF.Cué

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