jueves, 29 de enero de 2009

EL AGUILA EL LEON Y EL ARBOL

Para Montse Ramos, le dedico este cuento que vino inspirado por un trabajo que hice con su hijo.

CUENTO

Ella era un águila imperial y él el Rey de la selva.

Ella cazaba solitaria, había perdido a su pareja por el tiro de un cazador y el desconsuelo la llevó a descuidar a sus dos crías que murieron por falta de alimento, así pasaba los días volando en círculos y observando con su aguda vista lo que sucedía abajo. Su aguilera se encontraba en lo alto de un risco, ahí fué donde construyo su nido con ramas. Llevaba días sin alimentarse pero de tanto en tanto desplegaba sus alas de 2 metros de envergadura y con vuelo rasante bajaba muy cerca del suelo y abatía una pequeña presa, como un inocente conejo o una ligera liebre, cuando se acercaba a una aldea con sus fuertes garras alzaba una gallina y la picoteaba asta matarla.

En la Sabana a la caída del sol en tierra firme yacía el gran león que ya todos conocían por su gran porte y su grave rugido que llegaba a kilómetros de distancia, no tenía enemigos pero era muy temido.
Tan fiero unas veces y otras revolcándose de forma infantil como tierno peluche. De gran pecho y larga melena dormía perezoso bajo el conocido árbol del conocimiento, lugar privilegiado de la sabana, las leonas cazaban para él y convivían juntas en perfecta armonía.

El águila desde lo alto del risco les observaba y algunas veces bajaba y posaba su real cuerpo de plumas doradas sobre el mencionado árbol, ahí parecía sentirse a salvo de algunos cazadores furtivos, pues este árbol tenia una peculiaridad y es que era invisible a toda mente racional y protegía a cualquier animal que se acercara a él, pero su campo de protección estaba limitado en un radio de 20 metros de diámetro, por lo tanto aunque todos los animales lo conocían no podían acceder a el porque ya el gran león se había hecho dueño de ese territorio, solo el águila imperial reinaba la cima de este, ambos animales reinaban juntos dicho árbol.

Águila que desde lo alto miraba al león, poco a poco se fue enamorando de el, pero el solo la veía cuando se estiraba recostado de espaldas, alzando sus cuatro patas...estiraba las traseras primero, una hacía un lado y luego las otras para estirar bien sus músculos, pero su vista...nada fina y volteada hacía arriba inpedía ver con claridad la belleza de águila. Una cosa si podía sentir...su gran presencia.

Águila, sufría porque se daba cuenta que su aspecto era distinto y creía que eso podría impedir un acercamiento...y por supuesto esto sería así si no fuera un cuento...pero sigamos...

Árbol le dijo a águila: a veces la vista nos limita pero la grandeza de la Verdad no tiene limitaciones.
Os voy a proponer un juego...durante 5 semanas voy a mudar mis ramas y cada semana colgaré de la nueva rama una piel de animal que usareis para disfrazar vuestra alma, habréis de creeros como os veis. Una semana jugaron a ser un pez, un insecto, un pequeño ratón, otras veces animales grandes y fuertes, nobles o majestuosos, intrépidos y audaces pasando por todos y cada uno del reino animal. Se divertían tanto que lo fueron prolongando durante un largo tiempo y mientras el juego les parecía divertido más ganas sentian de estar juntos. Pero el sabio árbol...sabía muy bien que su misión era otra, aún así dejó que jugaran y experimentaran sin intervenir hasta que la propia monotonía del juego, pues ya no quedaban animales por experimentar, los fuera de nuevo separando, el león volvió a su pereza acostumbrada y el águila quedó de nuevo sola y algo triste, más de una vez deseó desplegar sus alas y echar a volar a otro árbol, a otro lugar, pero una fuerza mayor la detenía.

Todavía no as comprendido y hasta que eso no suceda no volarás libre...da igual donde vayas, da igual donde estés, quédate aquí y termina lo que as venido a aprender...dijo árbol.

Árbol del conocimiento tu que todo lo sabes, conocedor de todo y pleno de amor, ayúdame.

Os propongo otro juego, mis hojas las más verdes contienen un alimento especial que debéis durante una semana alimentaros única y exclusivamente de ellas, empezareis a tomarlas mañana al alba y durante el día de hoy habréis de meditar en silencio, no habrá comunicación, tu león vas a contener tus rugidos y tu águila no podrás sacudir tus alas.

Aquello no les hizo ninguna gracia y para nada les parecía un juego, pues eso de comer solo hojas a dos carnívoros como ellos...pero la curiosidad, la confianza, y la memoria de la experiencia del juego anterior les hizo tirar adelante. Meditaron y esperaron al alba para empezar a comer aquellas esperadas hojas.
Las hojas en si no sabian a nada, encima cada vez estaban más delgados y con la desesperación empezaron a discutirse.

Tu tienes la culpa león, eres perezoso, caprichoso con tus leonas, no sabes ni cazar, necesitas a tus leonas si no te morirías de hambre, además eres presumido siempre pavoneando con tu melena y sacando pecho, no se que te as creído.

._Y tú más que un águila pareces un saco de plumas, estas sola porque nadie te quiere, dejaste morir a tus crías y tienes un pico muy feo.
Así continuaron humillandose el uno al otro.

Era la última noche de la semana cayeron desfallecidos, sin fuerzas ya ni para discutir. Árbol les dejo dormir y durante días tuvieron sueños muy reveladores; cuando despertaron árbol les dijo: Ir a cazar, alimentd vuestros cuerpos y cuando os hayáis recuperado, regresad.
Volvieron al poco tiempo recuperados y fuertes, pues la caza había sido abundante, pero árbol espero tres días para de nuevo dirigirse a ellos.
_Os estáis relajando, bendición! Pero debemos continuar.
Tu águila beberas el nectar de mis flores y tu león comerás del fruto de mi copa, la parte más alta, águila te alludará si no alcanzas a trepar, ella con su pico cogerá la fruta y te la entregará, esto habréis de hacerlo una sola vez, despues iniciareis un camino juntos, un camino lleno de peligros, se que sois dos de los más fuertes del reino animal, pero conoceréis la vulnerabilidad.
León despídete de tus leonas, pues la única compañía que tendrás es águila, caminareis juntos en silencio.
Durante un tiempo habéis permanecido bajo mi sombra y mi seguridad pero tenéis que aprender que en esta vida no hay lugar seguro en ninguna parte, cuanto más indefensa sea vuestra situación más grande se hará vuestra integridad interior,...descubriréis una nueva felicidad.

Desde aquí hay cuatro rutas distintas, cual de ellas debemos coger?

Obedeced a vuestros instintos. Seguid esa senda y al parar, escuchad la respiración, escuchad vuestros latidos como suenan en vuestro corazón, escuchar los sonidos que produce la vida...y mientras camináis abrid vuestro sentir.

Árbol se acercó águila y le adelantó...Amar es muy grande y compartir también, pero no te olvides de ti misma ni del resto del mundo, el amor es ilimitado, y viaja contigo; antes del final de tu camino conocerás la totalidad.
Se que entiendes, pero habrás de experimentarlo.
No perdáis tiempo...caminad.

Así emprendieron el camino y desde el árbol a lo lejos se veía el trasero de un león sacudiendo su larga cola y sobre él unas alas enormes, parecía la fusión de estos dos animales dirección al sol.

Mi hijo Roman me cuenta que en la mitología existe un león con alas de águila...

...En el claro de un bosque dicen que existe un árbol, conocedor de todo y pleno de amor, posado hay sobre el un búho que mientras todos duermen el permanece despierto...pero esa sería otra historia.

FIN
ReyesF.Cué

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